Jaime
Este niño se escapó de su suerte, escapó del camión camino a la explotación que finalizará con la venta de su carne para consumo humano, decidió luchar por su LIBERTAD, luego de escapar caminó desorientado, entró corriendo al politécnico quien lo acogió y decidió proteger su vida, enviando un mensaje claro y contundente: LOS ANIMALES SON ALGUIEN NO ALGO. Honrando su deseo de libertad el poli nos contactó para ser su hogar definitivo, pues acá nunca será explotado, nunca será usado para ningún fin y se respetará la vida por el valor que tiene ella misma y no por el valor que los humanos imponemos a estos seres sintientes. Jaime egidio no es un pedazo de carne, no es morrillo ni punta de anca, no vale lo que vale un kilo de carne, el es un ser sintiente y su vida debe respetarse como respetamos la vida de cualquiera de nosotros, él es un ser sintiente que luchó por su vida y vino a enseñarnos que la vida hay que protegerla siempre a toda costa, nos enseña a luchar cuando todo incluso apunta en nuestra contra, porque la vida es SAGRADA.