Divina
Antes de llegar no había estado en libertad, y había sufrido mucho abuso por los humanos, estuvo encerrada en una jaula el primer año de su vida, hasta ser trasladada para lo que sería una muerte cruel e inaudita... Pero un milagro pasó, y mi gordita fue rescatada, luego de una puñalada (mal dada afortunadamente para ella y para mi) una cirugía y una estadía en la clínica veterinaria ella estaba lista para soñar con una vida distinta. El día que la miré por primera vez sentí que se me rompió el corazón en mil pedazos, me parecía que ella que había pasado por tanto se merecía ser feliz... Ahora vive feliz, lo más hermoso de ella es que sus ojitos se achinan cuando está feliz y uno puede verla sonreír. Ama los baños de pantano y las guayabas. Su mejor amiga es clementina y ama estar y ser desde la libertad.